Fortalecimiento de la Seguridad Rural: Combate al Microtráfico y al Crimen Organizado
La seguridad rural sigue siendo una prioridad para el gobierno colombiano, especialmente en un contexto donde el microtráfico y el crimen organizado continúan afectando las zonas más vulnerables del país. En el marco de la Ley 1955 de 2019 y el Plan Nacional de Desarrollo, se ha intensificado la presencia del Estado en territorios alejados, pero los resultados han sido mixtos.
Microtráfico y Crimen Organizado: Desafíos Persistentes
El microtráfico, vinculado a grupos armados ilegales y bandas criminales, sigue siendo uno de los principales retos en las regiones rurales. Las zonas productoras de cultivos ilícitos, como el narcotráfico, son las más afectadas por la violencia, con el riesgo de que las comunidades locales se vean atrapadas entre estos actores armados. La Reforma a la Política de Drogas (Proyecto de Ley 111 de 2024) busca una estrategia integral, que combine erradicación de cultivos, sustitución voluntaria y fortalecimiento de las fuerzas de seguridad.
Respuesta Institucional y Mecanismos de Seguridad
A través de la implementación de Planes de Desarrollo con Enfoque Territorial (PDET), se ha buscado generar una mayor seguridad en las zonas rurales, promoviendo también el fortalecimiento de la presencia de la Policía Nacional en áreas de alta incidencia criminal. No obstante, la implementación ha sido lenta debido a la falta de recursos y a las complejidades del terreno, lo que ha dificultado el acceso en algunas zonas de difícil geografía.
El Reto de la Coordinación Institucional
El gran desafío radica en la coordinación entre las distintas entidades del Estado. A pesar de la presencia del Ejército, la Policía y las autoridades locales, la desarticulación de los grupos armados sigue siendo un tema de preocupación. La Ley de Seguridad y Defensa Nacional, junto con los esfuerzos de la Dirección Nacional de Estupefacientes (DNE), busca fortalecer la capacidad del Estado para enfrentar este tipo de crimen organizado, pero aún persisten fallas en la articulación y ejecución de políticas.
Medidas a Futuro: Un Enfoque Integral
Para garantizar que las comunidades rurales no caigan nuevamente en la violencia, es necesario un enfoque integral que combine seguridad con desarrollo social y económico. La implementación de programas como el Plan Nacional de Consolidación y la Seguridad Rural (PNCSR) debe asegurar el acceso a oportunidades de empleo digno y una mejor calidad de vida, elementos que contribuyan a disminuir el apoyo local a los grupos criminales.
El fortalecimiento de la seguridad rural es una tarea compleja que requiere no solo la presencia del Estado, sino también políticas de desarrollo que garanticen el bienestar de los habitantes rurales. La lucha contra el microtráfico y el crimen organizado sigue siendo uno de los pilares fundamentales para lograr la paz territorial en Colombia.
