La Eliminación de USAID y su Impacto en la JEP: Un Análisis Crítico del Rendimiento Institucional

La reciente decisión de eliminar la asistencia de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) de Colombia ha generado múltiples reacciones, especialmente en instituciones como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), un mecanismo clave en la implementación del Acuerdo de Paz firmado en 2016. USAID había sido un aliado fundamental en el apoyo logístico y financiero para el funcionamiento de la JEP, lo que plantea la pregunta: ¿Cómo afectará este recorte al futuro de la justicia transicional en el país?

Feb 4, 2025 - 12:25
La Eliminación de USAID y su Impacto en la JEP: Un Análisis Crítico del Rendimiento Institucional
FOTO: www.forbes.co - X @JEP_Colombia El magistrado Alejandro Ramelli

El papel de USAID en la JEP

Desde su creación, la JEP ha dependido en gran medida de fondos externos, especialmente de agencias internacionales como USAID, para poder llevar a cabo investigaciones y brindar apoyo a las víctimas del conflicto armado colombiano. Con un presupuesto anual que, en su mayoría, se dirigía a la investigación de crímenes de lesa humanidad y la reconstrucción del tejido social, la colaboración internacional representaba no solo una fuente financiera, sino también un respaldo moral ante los desafíos de un país dividido por décadas de violencia.

El presupuesto de la JEP: ¿Un rendimiento insuficiente?

Con el paso de los años, la JEP ha sido objeto de críticas sobre su desempeño. Si bien la jurisdicción logró avances importantes, como la condena de los máximos responsables del conflicto y la sanción a grupos ilegales, las denuncias sobre la lentitud y falta de recursos son constantes. El presupuesto asignado, aunque considerable, no ha sido suficiente para garantizar una cobertura efectiva en todos los aspectos que involucra la justicia transicional. En este sentido, la salida de USAID podría agravar la situación, afectando principalmente los proyectos que requerían financiación internacional.

Los datos muestran que en 2020, la JEP ejecutó alrededor del 88% de su presupuesto anual, que ascendió a más de 150 mil millones de pesos. Sin embargo, la infraestructura, el personal especializado y las investigaciones de fondo en regiones afectadas por el conflicto seguían siendo insuficientes. La falta de recursos externos siempre fue una preocupación en las etapas iniciales, y la salida de USAID parece retroceder los avances alcanzados hasta el momento.

Descentralización del impacto

Es necesario tener en cuenta que la eliminación de USAID no afecta de manera homogénea todas las regiones del país. Mientras que las grandes ciudades y la sede central de la JEP en Bogotá podrían encontrar alternativas para financiarse, las regiones más alejadas, donde la violencia y el conflicto son más palpables, podrían ver afectada la atención a las víctimas y la ejecución de procesos judiciales. Esta descentralización del impacto refleja una vez más las desigualdades que afectan a Colombia, donde las políticas públicas, como la de la paz, aún carecen de la cobertura y el alcance necesario.

El futuro de la JEP: Autonomía y sostenibilidad financiera

El principal desafío para la JEP en este contexto es lograr una autonomía que le permita operar con los recursos que tiene sin depender tanto de fuentes externas. Este es un paso necesario para asegurar que la justicia transicional sea efectiva, sin quedar a merced de cambios políticos internacionales o de recortes presupuestales. Sin embargo, esto no es tarea fácil. En un país con una economía compleja y con tantas necesidades internas, encontrar una solución que garantice la sostenibilidad financiera de la JEP es esencial.

Una alternativa viable podría ser la creación de mecanismos de cooperación más amplios con el sector privado y otras organizaciones no gubernamentales nacionales que se enfoquen en el fortalecimiento institucional y la reparación integral a las víctimas del conflicto. De igual forma, el Congreso y el gobierno colombiano deben revisar la distribución de los recursos del presupuesto nacional y su asignación a la JEP para asegurar que los compromisos internacionales no sean obstaculizados por intereses políticos internos. La eliminación de USAID marca un punto de inflexión en la historia de la JEP. La falta de apoyo financiero internacional pone en riesgo los avances logrados en la implementación del Acuerdo de Paz. Es un recordatorio de la fragilidad del proceso de paz en Colombia, que depende tanto del compromiso interno como de la cooperación internacional. Solo con un enfoque integral y comprometido, tanto desde el gobierno como desde la sociedad civil, podrá la JEP superar este obstáculo y seguir adelante en su misión de sanar las heridas del conflicto armado colombiano.