El futuro de la energía nuclear en Colombia: Oportunidades y desafíos frente a la transición energética

En medio de la creciente demanda de energía y la urgencia de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, Colombia se encuentra ante una disyuntiva sobre el futuro de su matriz energética. Si bien las energías renovables como la solar y eólica están ganando terreno, la energía nuclear se presenta como una alternativa que podría jugar un papel crucial en la transición energética del país. Sin embargo, esta opción plantea tanto oportunidades como desafíos significativos.

Ene 13, 2025 - 02:05
El futuro de la energía nuclear en Colombia: Oportunidades y desafíos frente a la transición energética
Foto: www.mascolombia.com

El potencial de la energía nuclear en Colombia

Colombia, un país con abundantes recursos naturales en sectores como la energía hidroeléctrica, ha logrado avances importantes en la producción de electricidad limpia. Sin embargo, en la actualidad, el sistema energético enfrenta retos derivados de la variabilidad de las fuentes renovables y la dependencia de la hidroelectricidad, que puede verse afectada por fenómenos climáticos como el Niño. En este contexto, la energía nuclear ofrece una opción de bajo impacto ambiental y con alta capacidad de generación de electricidad estable.

De acuerdo con la Agencia Internacional de Energía (AIE), la energía nuclear puede contribuir significativamente a la reducción de emisiones de CO2, lo cual es fundamental en el marco de los compromisos globales de Colombia frente al cambio climático. Este tipo de energía podría, por lo tanto, ayudar a Colombia a diversificar su matriz energética y mejorar la seguridad del suministro.

Desafíos de la energía nuclear en Colombia

A pesar de sus ventajas, la implementación de la energía nuclear en Colombia enfrenta varios obstáculos. Primero, la falta de infraestructura y la necesidad de enormes inversiones iniciales para construir plantas nucleares son desafíos clave. Actualmente, el país no tiene una infraestructura nuclear desarrollada, y las plantas nucleares requieren tecnologías sofisticadas, que implican costos de inversión muy elevados. Además, el proceso de construcción de estas instalaciones puede tardar más de una década.

Otro desafío importante es la percepción pública. La energía nuclear ha sido históricamente un tema polémico, especialmente debido a los riesgos asociados con la gestión de residuos radiactivos y las preocupaciones sobre posibles accidentes. Los ciudadanos pueden percibir esta opción como peligrosa, lo que podría generar resistencia en la sociedad. Para superar este obstáculo, sería necesario un esfuerzo significativo en educación y concientización, así como una estricta regulación y control en la gestión de la seguridad nuclear.

La transición hacia una matriz energética diversificada

La ley 1715 de 2014, que regula el fomento de las energías renovables no convencionales, ha marcado un hito en el sector energético colombiano. Sin embargo, aún queda un largo camino por recorrer para lograr una diversificación real de la matriz energética, especialmente en términos de fuentes no convencionales como la nuclear. Si bien el gobierno ha priorizado las energías renovables como la solar y la eólica, las proyecciones indican que el país necesitará considerar diversas fuentes de energía, incluidas las nucleares, para asegurar su independencia energética en el futuro.

En este sentido, algunos expertos sugieren que la energía nuclear podría complementar las fuentes renovables intermitentes, como la solar y la eólica, que dependen de las condiciones climáticas. La combinación de ambas fuentes permitiría una oferta más estable y confiable, un aspecto crucial en la medida que el país busca cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible.

¿Es viable la energía nuclear en Colombia?

La decisión sobre si Colombia debe o no apostar por la energía nuclear dependerá de un análisis profundo de los costos, los beneficios, la aceptación social y la capacidad del gobierno para gestionar los riesgos inherentes a esta fuente de energía. A nivel internacional, la tendencia parece ser hacia un enfoque más equilibrado, donde las energías renovables y la nuclear coexisten como parte de una estrategia más amplia para lograr la descarbonización de la economía.

En este contexto, el gobierno colombiano debe considerar todas las alternativas, asegurando que las políticas públicas promuevan una transición energética ordenada y segura, que maximice los beneficios para el país sin comprometer la seguridad de la población ni el medio ambiente. La inclusión de la energía nuclear en la matriz energética debe ser parte de una visión integral y estratégica que busque soluciones para los retos del cambio climático y la demanda creciente de energía.